Cuando hablamos de tecnología estamos hablando de un saber
hacer en particular y del análisis de su accionar concibiendo que la educación
tecnológica es una disciplina de formación general que enfoca a la tecnología
fundamentalmente desde la resolución de problemas del mundo natural, un mundo más
artificial que natural, producto del accionar tecnológico que es necesario
conocer para poder desenvolverse con soltura. Su enseñanza procura que los
educandos aprendan el camino de la detección de oportunidades tecnológicas, el planteo de alternativas de
solución, su concreción y el análisis de los “resultados”.
Las tecnologías tienen en la actividad una ineludible
presencia en el contexto social impactando especialmente en la cultura, en las
formas de conocer y comunicar. En este sentido, se plantea que las propuestas
educativas deben asumir las nuevas formas de vinculación con la información y
el conocimiento otorgándoles significados de herramientas para la formación
integral.
No solo se debe considerar el accionar del educando con el
mundo tecnológico sino también colaborar en la construcción de valores que
propicien en el niño actitudes actitudes y capacidades para encontrar
soluciones a ciertas necesidades propias de su edad y de su entorno cotidiano.
El docente debe mediar, orientar y problematizar de una
manera innovadora las propuestas pedagógicas.
Enseñar tecnología no
solo implica impartir conocimiento de uso y manejo de la computadora sino
también presentar a los educandos diversas experiencias que lo problematicen
respecto de diferentes situaciones de su ambiente o entorno. El docente podría
realizar el planteo de una situación problemática sencilla, desde la cual los
niños planteen alternativas de solución, saberes relacionados a materiales, propiedades y uso de las herramientas
tecnológicas.
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